Alergia de origen ambiental en mascotas
Los problemas alérgicos ambientales en mascotas, al igual que en personas, son cada vez más frecuentes. Estos problemas, también denominados de hipersensibilidad, están causados por una reacción “exagerada” del sistema Inmunitario frente a ciertas sustancias o proteínas, llamadas también alérgenos, presentes en nuestro medio ambiente. Los alérgenos más frecuentes son los ácaros del polvo y los pólenes de ciertas plantas y árboles como las gramíneas, ciprés u olivo.
Mientras que en las personas la sintomatología predominante de las alergias ambientales son de tipo respiratorio (conjuntivitis y rinitis), en perros y gatos las principales manifestaciones son cutáneas, destacando el picor y el enrojecimiento de la piel, de ahí que esta enfermedad se denomine como Dermatitis atópica canina/felina. Este picor suele ser más acusado en las patas, axilas, ingles, cuello, orejas y cara, que son las zonas del cuerpo que están más en contacto con el medio al tumbarse, caminar u oler. En estos animales es muy frecuente el lamido de las patas, el rascado y que se froten con superficies. Estos síntomas estarán presentes bien de forma estacional, o bien todo el año, dependiendo de a qué sea alérgico nuestro paciente.
Es importante destacar que son muy frecuentes la aparición de problemas secundarios derivados de esta enfermedad, como infecciones de la piel u otras lesiones dermatológicas que necesitarán a su vez tratamiento específico para solucionarlas.
Dado que se trata de un problema de por vida, es muy importante la realización de un buen diagnóstico por parte de un Veterinario Especialista, para poder establecer una terapia acorde y específica y así poder controlar el picor para ofrecer una buena calidad de vida, ya que es causa de gran incomodidad en estos animales y sus propietarios.