LEISHMANIOSIS EN PERROS
La denominación leishmaniosis engloba un grupo de enfermedades de distribución mundial causadas por protozoos del género Leishmania, la cual se transmite por la picadura de un mosquito perteneciente al género Phlebotomus. Lehismania infantum es la especie de protozoo que con más frecuencia causa la enfermedad en el perro. Aunque el perro es el principal reservorio, otras especies animales pueden verse afectadas, incluido el ser humano.
La leishmania es endémica en aquellas zonas donde las condiciones climáticas son óptimas para el desarrollo del “flebótomo”, el vector que transmite la Leishmania, como la Cuenca del Mediterráneo en Europa o Brasil en Sudamérica.
Existen condiciones que hacen favorable la infección por este parasito. La actividad máxima diaria de los flebótomos comienza tras la puesta de sol y continua durante las primeras horas de la noche, siempre que la temperatura no descienda de los 17 ºC ni supere los 40 ºC, no haya lluvia ni viento y la altitud sea de 1.000 m o inferior. Sin embargo, las temperaturas bajas son letales para ellos.
TRANSMISIÓN DE LA ENFERMEDAD
Imagen cedida por Laboratorios MSD
Las hembras adultas del “flebótomo” se alimentan de sangre de mamíferos y aves, sin embargo, prefieren al perro antes que a otros posibles hospedadores. Los flebótomos hacen movimientos rápidos en zig-zag y son silenciosos pudiendo desplazarse 2 o 3 km aumentado su capacidad de transmisión de la infección de Leishmania. Todas las especies son endófitas y tiene fototropismo, lo que significa que pueden entrar en los hogares para alimentarse.
CICLO BIOLOGICO DE LEISHMANIA
Imagen cedida por Laboratorios MSD
1. El flebotomo infectado tiene promastigotes flagelados de Leishmania en su aparato bucal, que inocula saliva al picar al perro.
2. Estos promastigotes son fagocitados por los macrófagos o los monocitos presentes en la piel del perro.
3. Dentro de los fagocitos los promastigotes pierden el flagelo y se multiplican hasta romper la célula y liberar amastigotes. Estos amastigotes son, a su vez, fagocitados por otras células, lo que da lugar a una diseminación masiva intraorgánica.
4. Mientras el flebótomo ingiere la sangre de un perro infectado, otro flebótomo ingiere los macrófagos infectados por amastigotes, que dentro del flebótomo se convierten en promastigotes, los cuales se multiplican activamente.
5. Dentro del aparato bucal del mosquito vuelven a ser infecciosos y están listos para completar el ciclo biológico. El ciclo dentro del vector se completa en 7-14 días.
FACTORES DE RIESGO
- El momento de mayor exposición al vector, es al atardecer y continua durante la noche hasta el amanecer
- Los perros jóvenes al tener una inmunidad más vulnerable a la enfermedad, aunque también en perros senior debido al tiempo de exposición acumulado al vector o una mayor susceptibilidad debido a patologías concomitantes
- Los perros que tienen más vida en el exterior: perros de trabajo, ovejeros, perros policía, revisten mas riesgo al estar más expuestos a la infección
- Respecto a la raza, todas son susceptibles de contraer la enfermedad , sin embargo el sabueso ibicenco y sus cruces son más resistentes a la infección, por el contrario los boxer tienen una predisposición genética a la leishmania canina vinculada a un gen.
INMUNOPATOLOGIA
Hay dos tipos de respuestas inmunitarias frente a la infección en el perro:
1. Los perros infectados sin sintomatología clínica desarrollan inmunidad celular (Th1) protectora con bajas concentraciones de anticuerpos y activación de células T.
2. Los perros infectados enfermos desarrollan una respuesta exagerada mediada por una respuesta humoral (Th2), suele ir acompañada de una reducción de la inmunidad celular y una baja actividad de las células T, que permite la multiplicación y diseminación del parasito.
SIGNOS CLINICOS
La leishmania se manifiesta en los perros, con signos clínicos inespecíficos, dependiendo del mecanismo patogénico:
- Proceso inflamatorio con desarrollo de granulomas en los órganos y tejidos donde se ha desarrollado el parasito.
- Depósito de complejos inmunitarios (inmunoglobulinas G y M) en diferentes órganos.
En las primeras fases de la enfermedad, los signos clínicos son leves: pérdida de peso, apatía, linfadenomegalia y lesiones cutáneas
Si no se instaura un tratamiento adecuado o el perro desarrolla una respuesta inmune no protectora se pueden presentar úlceras en uniones mucocutáneas, prominencias óseas o en la propia piel.
Otros signos, que indican una mayor gravedad, son consecuencia de los depósitos de inmunocomplejos, como vasculitis, poliartritis, glomerulonefritis y lesiones oculares.
DIAGNOSTICO
El primer paso para el diagnóstico de un animal infectado de Leishmania es una exploración física general: condición corporal, color de las mucosas orales, palpación de ganglios linfáticos, examen de la piel y de las uniones mucocutáneas, etc.
Si los signos clínicos son compatibles con leishmaniosis, tienen que realizarse pruebas inespecíficas para evaluar el estado general del paciente (hemograma, bioquímica, análisis de orina), y especificas (pruebas serológicas y aspiración para estudio citológico/diagnostico molecular) para poder observar al parasito.
Las técnicas serológicas se basan en métodos cualitativos y dan un resultado especifico cualitativo y especifico rápido, y métodos cuantitativos (IFI, ELISA)
La PCR proporciona una mayor sensibilidad en el diagnostico parasitológico de la infección.
Según el cuadro clínico, se podría identificar al parasito mediante evaluación de la muestra citológica de un órgano hematopoyético, de la piel u otro tejido.
INTERPRETACION DE LOS RESULTADOS
ANIMAL SANO |
INFECTADO, PERO ASINTOMATICO |
ENFERMO |
PCR à NEGATIVO |
PCR à POSTIVO |
PCR à POSITIVO |
SEROLOGIA à NEGATIVO |
SEROLOGIA à POSITIVO(TITULOS BAJOS) |
SEROLOGIA à POSITIVO(TITULOS MEDIO/ALTO) |
SIGNOS CLINICOS àNEGATVO |
SIGNOS CLINICOS à NEGATIVO |
SIGNOS CLINICOS à POSITIVO |
CAMBIOS LABORATORIALES à NEGATIVO |
CAMBIOS LABORATORIALES à NEGATIVO |
CAMBIOS LABORATORIALES à NEGATIVO |
TRATAMIENTO
A día de hoy, el tratamiento de Leishmania sigue siendo un reto en la profesión veterinaria ya que no hay ninguna droga o combinación de éstas que acabe con la Leishmania de forma satisfactoria. El objetivo del tratamiento es inducir una reducción en la concentración parasitaria para tratar el daño orgánico provocado por el parasito, restaurar una respuesta inmune adecuada y evitar la reacaída clínica.
Los medicamentos antileishmanicidas son antimoniales y miltefosina siempre combinados con alopurinol el cual, debido a su seguridad y efectividad, es la mejor droga leishmaniostatica. El alopurinol debe ser administrado durante 6-12 meses dependiendo de la evolución clínica del paciente.
Sin embargo, este tipo de terapias largas pueden producir efectos adversos como urolitiasis o nefrolitiasis por xantina, que deben ser monitorizados.
ESTRATEGIAS DE PREVENCIÓN
Para evitar la picadura del flebótomo y su consecuente transmisión del parasito, la mejor manera es el uso de insecticidas tópicos con eficacia probada contra los flebótomos, estos contienen moléculas de acción repelente e insecticida disponibles en forma de collares, pipetas de unción dorsal y pulverizadores. Los piretorides sintéticos son moléculas altamente repelentes contra estos insectos.
Otra forma de prevenir la enfermedad, es someterse a una prueba serológica una vez finalizada la época del flebótomo, se aconseja esperar 3 meses una vez pasada la temporada de riesgo, para poder dar tiempo a detectar a los anticuerpos que se desarrollan tras la infección.
Las vacunas suponen también una estrategia de prevención, las vacunas pueden administrarse a perros seronegativos de más de 6 meses y la duración de la inmunidad es de 12 meses, por lo que se recomienda la revacunación anual. Aunque la vacuna no previene de la infección por Leishmania infantum en el perro vacunado, por lo que el uso de repelentes es esencial en zonas endémicas, o en los perros que viajan a estas determinadas zonas. Sin embargo, la vacunación aumenta la inmunidad celular activa en el perro, lo que les proporciona protección si adquiere la infección.
En los últimos tiempos se ha producido un avance importante en el conocimiento de la leishmania canina, lo que ayuda a mejorar la esperanza de vida de los perros afectados. El riesgo de infección de Leishmania sigue creciendo exponencialmente ya que aumenta la densidad de hospedadores (perros, canidos salvajes u otros reservorios), además del incremento de las temperaturas lo que hace un ambiente idóneo para el flebótomo, así como el desplazamiento frecuente de personas y animales.
En conclusión, con la Leishmania no hay excusa, no le demos opción actúa con la mejor arma, LA PREVENCIÓN