Alteraciones cutáneas de origen histiocítico en perros
Los histiocitos son un subgrupo de linfocitos que se encuentran en los tejidos y que forman parte esencial del sistema inmunitario. Se originan a partir de las células madre pluripotenciales CD34+ bajo la influencia de diferentes citoquinas, pudiendo diferenciarse en la línea monocítica/macrofágica o bien en la línea celular dendrítica (DCs), conformada a su vez por las células dendríticas intersticiales (IDCs) y células de Langerhans (LCs). A su vez, los monocitos circulantes mantienen cierta plasticidad en su desarrollo y, en función de la citoquina o del factor de crecimiento que les afecte, se diferenciarán en células dendríticas intersticiales o bien en macrófagos.
La mayoría de las alteraciones histiocíticas en perros están provocadas por células dendríticas, siendo el origen macrofágico mucho menos frecuente. Las células de Langerhans se encuentran en la piel y en la mucosa respiratoria, intestinal y del aparato reproductor. Asimismo, las células dendríticas intersticiales se hallan en localizaciones perivasculares de numerosos órganos con la excepción del cerebro, aunque sí están presentes en las meninges y en el plexo coroideo. Las células dendríticas que se localizan en la periferia de los órganos linfoides, como son el bazo y los ganglios linfáticos, se denominan células dendríticas interdigitantes.
Las células dendríticas son parte esencial de la respuesta inmune adaptativa, ya que actúan como potentes células presentadoras de antígeno.
Al igual que en humanos, las alteraciones histiocíticas cutáneas en perros han sido descritas con detalle; pudiendo distinguir procesos proliferativos de tipo reactivo como la histiocitosis cutánea y la histiocitosis sistémica, y procesos de carácter neoplásico como el histiocitoma cutáneo canino, el sarcoma histiocítico o el sarcoma histiocítico diseminado, conocido también como histiocitosis maligna.
Histiocitoma cutáneo
Se trata de un tumor de carácter benigno muy común en perros que, aunque puede aparecer en animales de todas las edades, es mucho más frecuente en animales jóvenes (menores de 3 años de edad). Las razas braquicefálicas como los bóxers o bulldogs parecen estar predispuestas a esta lesión, aunque se ha descrito en todo tipo de razas y cruces. Las localizaciones más comunes son la cabeza y orejas, aunque puede aparecer en cualquier región corporal. Se presenta como un nódulo único de hasta 4 cm de diámetro, alopécico (total o parcialmente) que en ocasiones puede mostrar erosión superficial y ser de carácter pruriginoso. La metástasis ganglionar regional es de carácter excepcional en casos raros de mayor. Los histiocitomas múltiples son muy raros (menor al 1%) y se han descrito más frecuentemente en perros de raza shar pei.
El origen celular de los histiocitomas es la línea de células dendríticas, en concreto, de células de Langerhans. Estos histiocitos tienen un núcleo oval a redondeado con abundante citoplasma eosinofílico; es poco frecuente observar signos de atipia celular como anisocitosis, anisocariosis o multinucleaciones, aunque el índice mitótico suele ser elevado. Su regresión suele ser de carácter espontáneo durante las siguientes semanas a su aparición y va acompañada por un infiltrado linfocitario progresivo.
Histiocitosis cutánea reactiva de células de Langerhans
Imágenes 1a, 1b y 1c. Lesiones de histiocitosis cutánea
en un Yorkshire Terrier.
Imágenes 1d, 1e y 1f. Mismo animal tras recibir tratamiento
con glucocorticoides y ciclosporina.
Las células de Langerhans son células dendríticas residentes en el epitelio cutáneo y de mucosas como lengua, orofaringe, bronquios o mucosa urogenital. La histiocitosis cutánea canina de células de Langerhans se caracteriza por la aparición de múltiples lesiones nodulares que pueden ser coalescentes y dar lugar a masas de mayor tamaño. En ocasiones son muy numerosas y se distribuyen por cabeza, cuello, extremidades, tronco y escroto. Son de carácter alopécico, eritematosas y en su mayoría con ulceración central. Asimismo se pueden observar, aunque de manera menos frecuente, lesiones en las uniones mucocutáneas y en la mucosa de la cavidad oral. Se describen episodios en los que los nódulos pueden crecer o menguar, pero no suelen regresar como en el caso de los histiocitomas. Las lesiones individuales de esta histiocitosis no difieren de los histiocitomas; sin embargo, a diferencia de estos, pueden extenderse a tejido subcutáneo y muscular en los casos más agresivos.
La etiología exacta de esta patología es aún desconocida, pero se cree que implica un proceso de desregulación del sistema inmunitario, unido a un incremento de citoquinas proinflamatorias a nivel de la dermis. Las lesiones inicialmente se limitan a la piel, pero pueden evolucionar y afectar a los ganglios linfáticos regionales, siendo peor su pronóstico en la mayoría de las ocasiones. Existe una forma sistémica de esta enfermedad en la que los histiocitos afectan, además de a la piel, a órganos internos, principalmente hígado, bazo, médula ósea y pulmones, provocando en casi la totalidad de los casos la muerte o eutanasia del animal.
Histiocitosis reactiva
Es un trastorno descrito únicamente en la especie canina y se origina por la activación de las células dendríticas intersticiales en la piel y tejido subcutáneo. Esta patología, puede limitarse a la piel y a ganglios linfáticos regionales (histiocitosis reactiva cutánea o CH)o bien extenderse a otros órganos internos (histiocitosis reactiva sistémica o SH). La presentación cutánea es mucho más frecuente que la sistémica y las lesiones se caracterizan por la aparición de nódulos múltiples en piel y panículo adiposo que pueden crecer o menguar.
Al igual que en la histiocitosis de células de Langerhans, la etiología es desconocida, aunque se sospecha de una relación directa con procesos de desregulación del sistema inmunitario.
Complejo sarcoma histiocítico
Se trata de una patología neoplásica que se caracteriza por la infiltración de histiocitos neoplásicos en diferentes tejidos, desde la piel hasta órganos internos, clasificándose en las formas localizada o diseminada.
El sarcoma histiocítico localizado se presenta de manera más habitual como una lesión primaria que afecta a la piel o el tejido subcutáneo de las extremidades, aunque también se pueden hallar en otras localizaciones como en el tejido periarticular, bazo, hígado, nódulos linfáticos, pulmón o médula ósea. Esta forma de sarcoma histiocítico es muy agresiva e invasiva localmente, siendo la metástasis a ganglios linfáticos regionales muy habitual.
Lesión en el tronco del mismo animal
Diagnóstico
Aunque la citología es una técnica muy útil que permitirá visualizar los histiocitos y, en numerosas ocasiones, diferenciarlos de otros tipos de estirpes celulares, para realizar un diagnóstico definitivo de estas patologías es imprescindible la realización de histopatología, que permitirá identificar el patrón infiltrativo, junto a técnicas de inmunohistoquímica para la identificación de las líneas celulares.
Tratamiento
Para instaurar un tratamiento es esencial determinar la estirpe celular responsable. En los procesos histiocíticos de tipo reactivo, como son la histiocitosis cutánea de células de Langerhans e histiocitosis reactiva será necesaria una terapia de carácter inmunomodulador, debido a la implicación del sistema inmunitario en su fisiopatología. La vía de administración de los fármacos variará en función de las lesiones, aunque será necesario recurrir a tratamiento por vía sistémica en casi la totalidad de los casos.
Los glucocorticoides suelen ser los fármacos de primera elección, ya que aproximadamente un 50% de los casos de alteraciones histiocíticas de tipo reactivo responden de manera satisfactoria a dosis inmunomoduladoras de glucocorticoides. En casos refractarios o en los que el uso de glucocorticoides esté contraindicado, se recurrirá a su combinación con otros fármacos inmunomoduladores como la ciclosporina, tetraciclina-niacinamida o azatioprina.
En los procesos tumorales la terapia variará en función de su naturaleza y estadiaje. El histiocitoma cutáneo canino es una neoplasia de carácter benigno que suele manifestar una regresión espontánea en las siguientes semanas tras su aparición. En ocasiones se recurre a su extirpación cuando la localización resulta muy molesta para el animal o cuando el diagnóstico citológico y clínico no está claro. Es importante recalcar que no se debe utilizar terapia antiinflamatoria en este proceso, puesto que inhibirá la función del infiltrado linfocitario encargado de activar su regresión.
En el caso del sarcoma histiocítico, es importante diferenciar si se trata de un tumor localizado o, por el contrario, de una forma diseminada. En el caso de ser localizado suele ser localmente agresivo y la metástasis en nódulo linfático regional es frecuente, por lo que el tratamiento se basa en la excisión quirúrgica del tumor y radioterapia postoperatoria. En el caso de la forma diseminada requerirá, además de cirugía y radioterapia en los casos en los que sea posible, de quimioterapia sistémica.
Pronóstico
En las enfermedades de carácter reactivo el pronóstico variará en función de la extensión de la afectación del animal. En la histiocitosis cutánea de células de Langerhans el pronóstico es más favorable en afectaciones únicamente cutáneas; sin embargo, empeora si existe metástasis ganglionar y es muy grave en su forma sistémica. La histiocitosis reactiva tiene un comportamiento similar: el pronóstico es mucho más favorable en su forma cutáneas y muy desfavorable en su forma sistémica.
Imágenes 2a y 2b. Histiocitoma cutáneo canino.
Imagen 2c. Citología por punción con aguja fina de histiocitoma cutáneo canino.
Fuente: “Alteraciones Cutáneas histiocíticas en pequeños animales”. Pérez-Aranda, María. Consulta de Difusión Veterinaria. Consulta Difus Vet 2020;271:55-66.