El glaucoma en veterinaria

Glaucoma en perros y gatos
10 · 03 · 2021

El glaucoma se presenta como una serie de cambios patológicos bien reconocidos que involucran al globo ocular. El criterio de valoración más común es la elevación de la presión intraocular (PIO) por encima de los límites normales, que produce un déficit visual o una pérdida de la visión total. Además, puede producir dolor, enrojecimiento ocular, dilatación pupilar y opacidad corneal (tono blanco – azulado).

 

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Enrojecimiento ocular glaucoma
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Opacidad corneal glaucoma

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Esta presión elevada produce una alteración en la cabeza del nervio óptico, tanto en términos de la microcirculación como en sus axones de las células ganglionares de la retina. En los perros, estos cambios van acompañados de necrosis retiniana externa, que se produce como resultado de la reducción de la perfusión vascular, y este efecto es mayor inicialmente en el fondo de ojo no tapetal. Esto derivará, si no controlamos la presión intraocular, en daños irreversibles y ceguera del ojo afectado.

 

Puede tener un origen congénito, primario o secundario, según la causa, siendo los pacientes caninos más propensos a los primarios y los gatos a los secundarios; basándose en el estado del ángulo iridocorneal puede ser de ángulo abierto o cerrado, siendo estos últimos más comunes; y podemos considerar el glaucoma como agudo o crónico según la rapidez con la que evoluciona la enfermedad.

 

Los glaucomas primarios tienen, de forma habitual, un origen hereditario y hay varias razas predispuestas a padecerlo.

 

Los glaucomas secundarios pueden ser originados por múltiples factores; luxaciones de cristalino, traumatismos, hemorragias, neoplasias, quistes uveales, uveítis, cataratas…

 

Es muy importante realizar un diagnóstico temprano para instaurar un tratamiento de forma rápida, ya que la consecuencia final de esta enfermedad, acaba con la pérdida total de visión del paciente de forma irreversible.

 

El tratamiento del glaucoma puede ser tópico, sistémico e incluso en algunas ocasiones es necesario realizar técnicas quirúrgicas.

 

Las pruebas diagnósticas más útiles para llegar a un diagnóstico fiable del glaucoma son el uso de tonometría, ecografía y gonioscopia.

 

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Tonómetro

La tonometría es fundamental ya que casi todos los pacientes con glaucoma tienen PIO elevada, por lo tanto, la medición de la PIO es clave para diagnosticar el glaucoma. Además, es esencial para monitorear la respuesta al tratamiento. Los valores normales en nuestras mascotas suelen estar entre 15 – 25 mmHg. Valores por encima de 25 mmHg o valores contralaterales superiores a un 20% respecto al otro ojo, puede indicar que hay un problema.

 

La ecografía ocular también nos da mucha información respecto a la posible causa del glaucoma.

 

La gonioscopía nos da una imagen real del ángulo iridocorneal y nos da información sobre si el ángulo está abierto, cerrado parcial o totalmente cerrado.

 

Como conclusión debemos comprender que el glaucoma es una enfermedad compleja, de difícil tratamiento y que un diagnóstico precoz puede ayudarnos a conservar la visión de nuestros animales mucho más tiempo. Para ello es importante revisar a nuestras mascotas de forma habitual y sobre todo si forman parte de aquellas razas predispuestas.

 

Os adjuntamos un link con el libro de enfermedades de base genética según razas predispuestas, las que se incluye el glaucoma.

 

https://www.ofa.org/wp-content/uploads/2019/11/Bluebook-V11.pdf